La artritis psoriásica es un tipo de artritis inflamatoria crónica que se presenta hasta en el 40% de los pacientes con psoriasis, un padecimiento de la piel que provoca la aparición manchas rojizas cubiertas de escamas color blanco aperlado. Generalmente, los pacientes suelen tener las manchas en la piel y luego de varios años (5-10 años), aparece la artritis psoriásica.
Afecta con igual frecuencia a hombres y mujeres y suele presentarse en pacientes con padecimientos crónicos como obesidad, diabetes, hipertensión arterial y enfermedades intestinales inflamatorias como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa.
La artritis psoriásica ocasiona dolor e inflamación de prácticamente cualquier articulación, sin embargo, es característico que se afecten las grandes articulaciones como rodillas, hombros o codos de forma asimétrica (es decir, de un solo lado del cuerpo) y con menor frecuencia, los dedos de las manos y la columna vertebral. Además de la piel, las uñas generalmente suelen afectarse, tornándose amarillenta y engrosadas.
El tratamiento está dirigido a tratar tanto la afección cutánea como la articular y para ello, se emplean fármacos antirreumáticos, como, por ejemplo, el metotrexato. En casos de enfermedad más grave o cuando el compromiso articular es principalmente de la columna vertebral, es necesario el uso de medicamentos biotecnológicos conocidos como la terapia biológica. Por la fuerte asociación con enfermedades metabólicas, es imprescindible realizar una búsqueda activa de padecimientos como la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto en sangre.