Las miopatías inflamatorias corresponden a un grupo de enfermedades autoinmunes, lo que significa que, el cuerpo se ataca a sí mismo. También, conocidas como miositis, suelen aparecer entre los 40 y 60 años y se presentan hasta dos veces más frecuente en mujeres que en hombres.
En la miopatías inflamatorias, se produce inflamación muscular, lo que conduce a una debilidad progresiva e incapacitante que limita las actividades de la vida. De forma característica, afecta a los hombros y caderas, sin embargo, puede dañar otros músculos del cuerpo. Para las personas que padecen esta enfermedad, resulta muy complicado elevar los brazos, subir las escaleras o incluso hasta pasar la comida. También, es típico que los párpados se tornen violáceos o hinchados e incluso, puede haber enrojecimiento y/o nodulaciones en el dorso de los dedos de las manos y en la espalda.
En algunas ocasiones, la miositis se acompaña de otras enfermedades reumatológicas, como el lupus eritematoso sistémico y la esclerosis sistémica. Un tratamiento oportuno dirigido por un especialista en reumatología es siempre deseable ya que la debilidad muscular puede poner en peligro la vida y serán necesarios medicamentos inmunomoduladores que logren apaciguar la respuesta inmune del cuerpo. Además del tratamiento con medicamentos, se aconseja la terapia de rehabilitación física dirigida a fortalecer el sistema musculoesquelético y prevenir la discapacidad.